miércoles, 25 de abril de 2007

Tenue, muy tenue.

Una de las cosas más pintorescas que tiene la Ciudad de Córdoba es, a mi juicio, la zona del Cabildo histórico y la Catedral. Dos edificaciones que representan a la ciudad en la mente de los viajeros cuando recuerdan nuestra tierra.
El Cabildo iluminado de noche, después que se inauguró su nuevo sistema de iluminación, es uno de los paisajes más llamativos de la ciudad. Columna a columna, los ases luminosos se cuelan entre la simple arquitectura del monumento céntrico para brindar un paisaje nocturno distinto.
Eeeeee… perdón, el párrafo anterior está mal escrito, tendría que escribirlo en pasado para que esas líneas reflejen el estado actual del Cabildo. Hoy su luz se extingue poco a poco, ya no brilla como antes.
Perdón por el pesimismo en el los últimos post, pero en esta ciudad hay cosas muy buenas y nadie se encarga de cuidarlas, y eso me indigna.

martes, 17 de abril de 2007

En terapia intensiva

Allí está, la gran artífice de este Blog, compañera inseparable a la que nunca se le escapó ni un detalle. Fiel, gauchita había salido.
En las caminatas por la peatonal aguardaba expectante el momento para entrar en acción, siempre lista, muy pocas veces falló.
Prendida, apagada, stand by, prendida de nuevo, siempre brindando las opciones que mejor se adecuaban a la situación. La mejor y más apropiada compañía en las mañanas céntricas.
En los viajes, en los acontecimientos más importantes, en la calle, en la ciudad, la gran protagonista de Córdoba en esencia está fuera de servicio, y esa es una ausencia que se nota.
Las fotos ya son menos y los videos ni existen, en la víspera de una pronta recuperación de mi Cámara Digital mi celular será el encargado de retratar lo que se pueda.

miércoles, 4 de abril de 2007

Semana Santa en Córdoba

Llega la Semana Santa y la ciudad quiere aparentar belleza, pulcritud, armonía… la ciudad quiere aparentar, pero no puede, no la dejan.
Cubrirán sus profundas heridas con una nueva y negra carpeta asfáltica, tan nueva y negra como débil; tanto como para no soportar el incesante, caudaloso y pesado transito que día a día hostiga a la diminuta 27 de abril.
Pero se "sanarán" aquellas fisuras que sólo en el centro se pueden apreciar, porque las soluciones únicamente llegan a los lugares visibles donde los extraños se han de maravillar; y en un londinense colectivo de dos niveles los llevarán a recorrer aquellos rincones que se encuentran en buen estado.
Las iglesias de la "Córdoba de las campanas" se acomodan a la situación y con listones púrpura engalanan los paisajes urbanos que pretenden engañar la vista de aquellos que poco frecuentan por nuestros pagos.
Pero en esta ciudad no sólo son los elegidos por el pueblo los que poco hacen por mantenerla en condiciones, aquellos que luchan por "la memoria" también son los que se encargan de destruirla… pobre ciudad, castigada por el olvido de sus habitantes, descuidada por los peatones, tapizada de basura, derrumbada de su historia, maquillada como payaso y de salud delicada.
A los que transitan por tus avenidas ya no les importa verte linda, te castigan, te insultan, te maltratan; porque ya dejó de importarles a donde viven, ya no importa que sigan sonando las campanas, que en las plazas flameen las banderas; el progreso te está dejando de lado, la violencia y la no cultura te avasallan.
Córdoba, espero que algún día recuperes todos estos años perdidos y que te saques de encima el vetusto polvo que te envuelve para poder volver a brillar y recuperar esa dignidad que de a poco te están profanando.

lunes, 2 de abril de 2007

2 de abril... aquello que nos vendieron

Hoy, se conmemoran 25 años de aquella guerra que sólo dejó muerte y desolación en el alma de todos los argentinos, pero ¿quién no apoyó esa guerra, cuando el 2 de abril de 1982 el presidente de la nación, Leopoldo Fortunato Galtieri, anunciaba en los balcones de la casa rosada que las Malvinas habían sido recuperadas. Los medios de comunicación apoyaron esta iniciativa, fiel reflejo del sentir argentino de ese entonces, en las ya amarillas paginas de los diarios del ’82 se publicaban arengas al pueblo argentino y durante el conflicto nunca se vislumbró una mala noticia, salvo los días previos a la rendición, desde el 11 de junio hasta el 14 de ese mes. Gente, Somos, Siete Días y La semana son los nombres de las tres revistas que peleaban cabeza a cabeza, junto con el gobierno militar, para ver cual colocaba el titulo más “alentador”, sin chequear la información, con una irresponsabilidad periodística “memorable”.
Argentinos, protagonistas de aquellos días agitados de 1982, sentir efímero de nación que todavía hoy nos condena.



Para la vida (León Gieco)