domingo, 25 de marzo de 2007

Semana de Malvinas.

Malvinas, una herida que todavía duele en muchos argentinos. Estrategia de un sistema de gobierno que llegaba a su fin y que con una certera estocada final desangró a un pueblo que ya, hacia tiempo, no caminaba erguido.
Mi intención es hacer un recorrido por nuestra historia, reivindicar a aquellos que cayeron en combate y a los que volvieron con vida y les dieron la espalda. Porque Malvinas no duele por ser un pedazo de tierra que fue usurpado en tiempos en los que la divisa punzó era necesaria para caminar por las calles de Buenos Aires. Malvinas duele porque fue la frutilla del postre de los animales que nos estaban devorando mientras se jugaba al fútbol. Duele porque la sangre de este pueblo fue derramada sobre esa tierra para complacer las ambiciones de los que estaban deseosos de más poder.
¿Cuantos volvieron de esa guerra y se suicidaron? ¿cuantos fueron reconocidos al volver a su hogar por haber dado todas sus fuerzas en el campo de batalla? La Argentina tomo esa guerra como un partido de fútbol y como si de jugadores se tratara recibió de la misma manera a sus soldados que volvían exhaustos, sin ánima en el cuerpo, con la frente baja.
25 años de la guerra de Malvinas. Es tiempo de recordar lo que todos quisieron olvidar.



La hermanita perdida(Atahualpa Yupanqui - Ariel Ramírez)

De la mañana a la noche, de la noche a la mañana, en grandes olas azules y encajes de espuma blanca, te va llegando el saludo permanente de la Patria. Ay, hermanita perdida. Hermanita, vuelve a casa.

Amarillentos papeles te pintan con otra laya. Pero son veinte millones que te llamamos: hermana ... Sobre las aguas australes planean gaviotas blancas. Dura piedra enternecida por la sagrada esperanza.

Ay, hermanita perdida. Hermanita, vuelve a casa.

Malvinas, tierra cautiva, de un rubio tiempo pirata. Patagonia te suspira. Toda la Pampa te llama. Seguirán las mil banderas del mar, azules y blancas, pero queremos ver una sobre tus piedras, clavada. Para llenarte de criollos. Para curtirte la cara hasta que logres el gesto tradicional de la Patria.

Ay, hermanita perdida. Hermanita, vuelve a casa.

2 comentarios:

Maxi Peñéñory dijo...

Sólo 4 palabras:
NI OLVIDO NI PERDÓN...
Muy buenas tus palabras juan...

guadis! dijo...

Creo que Malvinas es uno de los peores estigmas ue tenemos en nuestra historia... Sobre todo por cómo se manejaron las cosas después de la Guerra...